Resulta difícil pecar de indiferente ante los acontecimientos actuales en todo el territorio de esta Tierra de Gracia; el blackout informativo, la brutal represión de la Guardia Nacional Bolivariana y la grosera impunidad de los mal llamados colectivos de paz, han dado paso a las millares de imágenes y de videos de las redes sociales que aunque con tintes sesgados, nos medio informan de todos estos desmanes. Marchas y contramarchas, hashtags reaccionarios que se codean con las celebridades del espectáculo mundial, llamados de conferencias de paz, nos hablan de que este movimiento de los siempre aguerridos estudiantes no va a ser una simple “Guarimba” o algún nuevo epíteto despectivo emanado desde las altas esferas del poder, para desmoralizar cualquier atisbo de oposición.
Ahora desde el lado de los de la acera del frente; los todavía fieles de este “proceso revolucionario”, entendiendo que sean románticos de ideologías izquierdistas, beneficiarios de alguno de los cientos de programas clientelares o alguna u otra excusa que explique el porqué se mantienen como dogmáticos defensores de las más disimiles tropelías ordenadas por el ejecutivo y el resto de la pandilla de los demás poderes secuestrados. Acusan de guarimberos, fascistas y golpistas, a todas estas expresiones de oposición, ante el acabase, el llegadero de la indignación de estos arriesgados estudiantes y sociedad en general que no avistan ningún futuro, ante un gobierno que no dialoga y en cambio se burla de cualquier expresión que pretenda reconciliar a toda la mitad de un país. Si de acusar a los focos de violentos que perturban la tranquilidad, trancan calles y destrozan bienes de propiedad pública y privada, sería justo llamarlos como anarquistas, quemacauchos de siempre, encapuchados pescando en río revuelto; en donde el aparato de propaganda del régimen, llámese SIBCI, los exacerba hasta encumbrarlos como terroristas, paracos de Uribe, mercenarios de la C.I.A. comandados por JJ Rondón o algún otro digno de las ojerizas del Coronel Diosdado.
En fin no hay posibilidad de dialogo, nadie quiere ceder ante años de ataques sistemáticos a una pluralidad política. Mucho sectarismos y odios recalcitrantes de lado y lado atentan contra cualquier atisbo de reconciliación. De este modo ante tanto surrealismo político, el risible realismo mágico madurista para aferrarse a la figura mediática del Gigante, la grosera injerencia de elementos castrocomunistas en los organismos del estado, la descarnada escasez y los demás jinetes macroeconómicos de la inflación, el desempleo y el brutal hostigamiento al empresariado: han parido este bravo e insurgente movimiento, nacido con fórceps en este también febrero rebelde de este año del caballo.
De esta manera, ya están aquí, el feroz movimiento estudiantil que no se rinden ante la arremetida de Los Gorilas de Verde, la sociedad tachirense, los pocos políticos de oficio que arriesgan sus escasas cuotas de poder; los continuos llamados de paz desde infinitos rincones del mundo: atestiguan que definitivamente se está viviendo un momento histórico, que aunque suene a cursi eslogan majunche, es de lo más cierto; por lo cual obliga a cada uno que nacido en esta tierra de gracia o que se enaltece de orgullo con entonar las gloriosas notas del himno nacional, a todo el que verdaderamente se considera patriota y no un fantoche de rojo comunista que repite como idiota lorito “Pero tenemos patria”, deberá de asegurarse de que lado de la historia va a estar, si de los cobardes, acomodaticios o timoratos que se conforman con su arepa de miseria o de los valientes y atrevidos que arriesgan la poca estabilidad que brinda esta seudo democracia. Al final la justicia, la providencia divina y la historia le dará la razón a los valientes que apostaron por las tantas injusticias, corruptelas y las descomunales mentiras disfrazadas del mítico poder popular: resultaron en la más grande mentira que haya creado el infernal caudillismo en este vapuleado país enamoradizo de sus carismáticos déspotas.
Ante esta declaración, aún a riesgo de pecar de ridículo y cursi, es necesario preguntarse que sentimientos similares vivieron otros venezolanos en otras épocas de dictadura. No crean que la oposición de la época gomecista y perejimenista la tenían fácil, que todos los apoyaban; solo resulta que ahora, con el romanticismo que otorga la historia y los libros, le otorgamos la absolución, el aura de vencedores y no percatamos que tuvieron mucho rechazo de sus contemporáneos, que se encontraron con muchos cobardes, idiotas que creían las manipulaciones del régimen del momento o que tenían un bozal de arepa que les impedía al menos apoyarlos. De esta manera, como dicen que la historia es cíclica y se repite continuamente, en estos tiempos revoltosos, se levantan otros estudiantes aguerridos como los de la generación del 28, otros perseguidos políticos como los de la represión de los esbirros de la dictadura perejimenista y por que no un nuevo caracazo.
Todo es valido, siempre desde el lado de los que gobiernan los que se le oponen férreamente serán llamados vándalos, terroristas o como les gusta tildarnos los rojos: “guarimberos”. Porque así como ellos tuvieron su momento histórico grabado en videotapes noventeros de un Gigante aún escuálido, estrenando su verbo profético, ha llegado la hora de un relevo que traiga otras administraciones que traiga prosperidad en lo económico y ecuanimidad en lo político. Y no es ocasión para satanizar a la actual dirigencia opositora como herederos del puntofijismo, burguesitos que no volverán o como lacayos del imperio; ya esos rebuscados juicios lo sabemos al caletre, lo hemos escuchado desde hace quince años y solo convencen a los alienados que se han dejado lobotomizar por las constantes emisiones de propaganda política prefabricadas por el aparato propagandístico del régimen.
De esta manera ante la contundencia del momento histórico, que reclama que nadie se quede indiferente, se requiere un paso al frente y no arrodillarse o esconderse ante la barbarie y como seres pensantes y venezolanos comprometidos, es necesario hacerse un juicio de valor, un juicio histórico que te permita redimirte ante la historia y ante tus herederos, que no perdonarán tu pusilanimidad que tuviste ante este inmoral régimen. Convencido hasta aquí, no te excuses que no vas a ser carne de cañón o un mártir de alguna causa política, que no tienes el guáramo de esos estudiantes; nadie te está enviando a tirar piedras a una sede de algún poder genuflexo al ejecutivo; sin necesidad de ese tipo de violencia catártica de cacerolas retumbantes, puedes hacer otros tipos de activismo político, apoyando a los estudiantes o defendiéndolos de los juicios de ñangaras trasnochados o de timoratos que aún creen que se puede ganar una elección con este CNE corrompido. Llegado hasta aquí y luego de incontables derrotas para tratar de instalar un relevo ante esta sarta de resentidos que nos gobiernan, no se debe de detener esta insurgencia amparada por la guillotina que dejaron los constitucionalistas del 99 en el esquivo y muchas veces ininteligible artículo 350.
Así que una vez más ¡ASEGURATE DE ESTAR DEL LADO CORRECTO DE LA HISTORIA!